miércoles, 20 de junio de 2012

VIOLENCIA Y SOCIEDAD

por el Dr. Jorge Batlle Ibáñez

En el día de ayer el Sr. Presidente de la República nos dirigió a todos la palabra planteándonos el tema de la violencia que notoriamente impera en nuestra sociedad.

Toda reflexión sobre la violencia es importante. Nos parece bien que el Sr. Presidente nos haya convocado a esa reflexión, y justo es decir que cada uno de nosotros tiene que reflexionar sobre cual ha sido su conducta a propósito de la violencia instalada.

En ningún momento el Sr. Presidente hizo reflexión alguna sobre las causas de la violencia. Sobre todo en una circunstancia como la actual, en donde el Estado que él preside, ha invertido importantes recursos económicos en lo que él llama “asistencia social” y nosotros a eso le llamamos “la nueva esclavitud”, regalar pescado en lugar de enseñar a pescar. 

Siendo que la violencia tiene muchas causas y cada uno puede contar su historia y confesar sus errores en haberla utilizado como un instrumento principal de su vida, diría por lo tanto que para actuar contra la violencia, los violentos deberían empezar por confesar su error en haberla utilizado como su argumento fundamental. 

El Sr. Presidente y su esposa creyeron que la violencia adelantaba la historia y en un país libre y democrático donde podían hablar, opinar, y votar, reunirse y organizarse políticamente, decidieron que la violencia era el mecanismo para imponer la razón, y con ello luego de llegar al gobierno, en lugar de decir esta etapa terminó, nos arrepentimos de aquella circunstancia, siguen con la violencia, violencia ideológica, intolerancia absoluta, culpando a la sociedad del delito, y con ello desmantelando la acción policial, alentando una violencia sindical que hoy se vuelve contra ellos mismos.

Sr. Presidente, el camino para contribuir eficazmente a detener este empuje de violencia es creer con convicción absoluta que los mensajes de paz que el Poder Ejecutivo quiere emitir deben sustentarse en los ejemplos que se dan desde el gobierno y nunca olvidar que la educación, a la que tanto daño le han hecho, es el primer ámbito en donde el niño debe aprender que el prójimo vale tanto como uno mismo y que respetar al otro en su discrepancia o en su disenso, es el único camino que asegura la vigencia de la libertad.

Jorge Batlle

jueves, 22 de septiembre de 2011

¿Burguer King o Mc Donald`s? ¿Producto o Servicio?

La Whopper me gusta más que la Big Mac. ¿Pero por qué no voy casi nunca a Burguer King y sí a Mc Donald´s? Bill Clinton me diría "Es el servicio, idiota". Y tiene razón.

Ayer me dio ganas de comerme una Whopper y fui al Burguer de la Ciudad Vieja, en frente a Mc. Donald´s de la Plaza Matriz. Ya el lay out de la planta no me gustó. Unas mesitas a la entrada que quedan "colgadas" y una escalerita que lleva a la zona de pedidos donde los clientes quedamos como encerrados en un submarino. Primer punto en contra.

Me puse en una fila de no más de 8 personas, pensé que se iba a mover rápido. No fue así. Tuve que esperar 12,04 minutos hasta que me dieron mi hamburguesa. Una E-TER-NI-DAD para un Fast Food. Es que había UNA SOLA CAJERA un día miércoles a las 14 hs. 

Además la espera fue ABURRIDA. No hay nada para mirar ni para entretener la vista. En Mc. Donald´s la espera se hace más llevadera. Viene una chica a hacerte el pedido, otra a ofrecerte información sobre las fiestas y otros que andan revoloteando por ahí. Todo eso da sensación que "la cosa se mueve".

En Burguer NADIE me dió una sonrisa. Las chicas que me atendieron estaban con caras largas. En Mc Donalds todos me sonrién. Muchos necios "yoruguas" dicen que esas sonrisas son falsas. A mi me importa un comino. Realmente prefiero la sonrisa falsa de Mc Donald´s a la cara de vinagre "genuina" de los pibes de Burguer King. 

El calor del lugar era insoportable y el olor a comida también. Una clienta preguntó si no podían poner el aire más fresco y que prendieran el extractor, a lo que una jóven respondío que "estaba roto y ya lo habían reclamado" (por supuesto que lo dijo sin sonrisa alguna y sin pedir disculpas por el mal momento vivido).

Puedo seguir con la pésima logística de la cocina y el proceso para preparar la comida, para entregarla y para esperar recibirla. Hasta los baños estaban sucios.

La Whopper estaba deliciosa. Seguramente más rica que la Big Mac. Pero no pienso volver al Burguer King de Ciudad Vieja hasta que no entiendan que la batalla no es por el sabor, sino por el servicio al cliente. Y el que prestan en este restaurante, deja bastante que desear.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Universidades Emprendedoras

lunes 4 de abril de 2011

“Las universidades deberían convertirse en organizaciones emprendedoras”

http://www.prodem.ungs.edu.ar/blog/2011/04/%e2%80%9clas-universidades-deberian-convertirse-en-organizaciones-emprendedoras%e2%80%9d/

Entrevista a una autoridad mundial de desarrollo emprendedor (1era parte)

Allan Gibb tiene una larga trayectoria trabajando para y sobre entrepreneurship, como académico en la Universidad de Durham (donde es profesor emérito) y como consultor en diferentes países. Es también miembro del consejo consultivo de Prodem.
Aquí, una entrevista exclusiva con Gibb, que entregaremos en dos partes.
1. Después de décadas de proclamar que las universidades deberían jugar un rol clave en el campo del entrepreneurship, ¿qué contribuciones podemos realmente esperar por parte de ellas?
A partir de una revisión de la práctica internacional llevada adelante como parte del “Leading the Entrepreneurial University Programme”, en la Universidad de Oxford, y la experiencia del Reino Unido a través del “Educator programmes for University staff”, de un amplio rango de enfoques disciplinarios, es claro que el rol emprendedor de las universidades puede cubrir cinco áreas claves.
Primero, tiene un importante rol en el intercambio y transferencia de conocimiento en todas las áreas disciplinarias, no sólo en ciencia sino también en las artes y las ciencias sociales. No es únicamente una cuestión de difusión de los resultados de las investigaciones; lo crucial es el compromiso por desarrollar avances que no necesariamente estén en la agenda de investigación, y además el deseo de aprender de dicho proceso. Esto implica tener el foco en los problemas y las oportunidades a los que se enfrenta la sociedad. Implícitamente, también, la tarea universitaria conlleva el compromiso por el intercambio de conocimiento, pues reconoce que las universidades ya no cuentan con el monopolio del saber, y que necesitan involucrarse crecientemente en “sociedades para aprender” con un amplio espectro de socios externos. Por la vía de estos procesos la universidad deja de ser una “organización que ya aprendió”, que sólo se comunica con publicaciones conocidas, para transformarse en una “organización que sigue aprendiendo”, a través de diferentes recursos y ámbitos.
En segundo lugar, las casas de altos estudios pueden desempeñar un rol importante en el desarrollo local y regional, a través de un proceso asociativo con el gobierno y el sector privado, frecuentemente descrito como el Modelo de Triple Hélice de desarrollo universitario.
En tercer lugar, un compromiso mayor con la internacionalización, que incluye no sólo abrir las puertas a los estudiantes del exterior, sino también involucrarse en alianzas internacionales para la investigación y el desarrollo, un fluido intercambio de los estudiantes y el staff de las universidades, apertura de campus internacionales, contratación de personal del exterior, y el compromiso por desarrollar una currícula y una cultura de intercambio con socios del exterior, no sólo a través de becas.
En cuarto lugar, el papel universitario puede ser importante al dictar educación emprendedora en la currícula de todos los departamentos o facultades de las universidades. Sin embargo, esto no implica un programa para la creación y el desarrollo de nuevas empresas, sino que apunta a crear oportunidades innovadoras en el contexto disciplinario al que se aplique, desarrollando habilidades emprendedoras a través de pedagogías innovadoras y aprendiendo cómo diseñar organizaciones emprendedoras de todo tipo. En el Reino Unido, la International Entrepreneurship Educators Programme (IEEP) convoca personal universitario de todo tipo de departamentos y disciplinas de base.
Quinto y último, las universidades deberían combinar los cuatro puntos señalados, convirtiéndose así en un eje regional y nacional para las innovaciones de todo tipo.
2. ¿Cuáles son las condiciones que las universidades deben cumplir para alcanzar los desafíos señalados? Y por otra parte, ¿estos desafíos son alcanzables, según su experiencia?
La condición esencial es que las universidades por sí mismas se conviertan en una organización emprendedora, sin amenazar su tradición de enseñanza e investigación, pero agregándole un fuerte foco sobre la relevancia del conocimiento. Ahora bien, una vez dicho esto en términos generales, veamos en qué áreas o temas esta institución debería ser también emprendedora.
En primer término, la universidad puede ser emprendedora en sus estructuras de gobierno. En la práctica, esto significa que se involucre completamente con los socios externos, haciéndolos partícipes del consejo universitario o de los órganos de gobierno de la universidad. Y estos socios, por cierto, deben estar activamente involucrados en la universidad, no sólo ocupar una silla en las reuniones.
En segundo lugar, el desarrollo empresarial está siendo parte, crecientemente, de las misiones o los objetivos de las universidades europeas. Parte de esta misión es para asegurar que las universidades no sólo sean “organizaciones que ya aprendieron” como las descriptas anteriormente, sino que implican una estrategia para “ganar” su propia autonomía en base a recursos externos de distintas fuentes (por ejemplo consultorías ligadas a sus saberes, transferencias de tecnologías, etc.), en vez de financiarse sólo con fondos públicos.
En tercer lugar, la universidad puede ser emprendedora en su diseño. Existe un movimiento en las universidades europeas hacia la creación de equipos de gobierno flexibles y pequeños, con unos pocos académicos senior y personal profesional trabajando muy cerca del Consejo de la Universidad. Este movimiento se encuentra más frecuentemente en las nuevas universidades, donde el poder del rectorado es menor. En términos generales, existe una tendencia que busca reducir la burocracia. En este mismo sentido, también puede existir un compromiso mayor para la aparición de innovaciones “de abajo hacia arriba” de todo tipo. Esto desafía el tradicional rol protector de las cabezas de departamento y su habilidad para resguardar su estatus y sus recursos. El eje se mueve hacia un sistema de recompensas construido en base a la capacidad de cada departamento para innovar, desarrollando nuevas currículas y pedagogías, nuevos programas, construir redes con el exterior, etcétera. El desafío pasa por dejar de ser un “protector de recursos” para ser un “campeón de la innovación”.
La clave de todo lo anterior está en el liderazgo emprendedor. El“Entrepreneurial University Leadership Programme”, en el Reino Unido, está diseñado para estimular el liderazgo personal y la capacidad de desarrollo organizacional estratégico del staff senior de las universidades, respondiendo a las cuestiones clave antes mencionadas. El elemento central es la creación de una visión sobre el Siglo XXI que esté preparada para tratar con, y sacar provecho de, las ventajas de un mundo global complejo e incierto: este mundo desafía muchas de las zonas de confort de las universidades tradicionales

viernes, 9 de septiembre de 2011

Uruguay y el camino del medio

"Pero porque eres tibio y no frío o caliente, voy a vomitarte de mi boca". Nuevo Testamento: Apocalipsis: 3:16

Generalmente no me gusta seguir el camino del medio. Tampoco me gustan las personas que gustan a todo el mundo. Esos que no tienen ningún enemigo estoy seguro que tampoco tienen un buen amigo. Es que resulta difícil entablar relaciones firmes y duraderas con quien no tiene sus principios firmes y duraderos. Son queridos porque no agreden a nadie. Y a su vez no son queridos porque no defienden ni se apasionan con ninguna causa. Son anodinos.Ni frío, ni calor.


Esta postura va en contra de la cultura yorugua; la del perfil bajo, la del "no te metás", la del más o menos, la del cambio gradual. Y cuando uno va contra la corriente, se distancia de amigos, vecinos o familiares. Uno va quedando aislado. Lo que es un gran estímulo a renunciar a las convicciones y seguir a la manada.


Salvo el sexo, casi nada se logra con excelencia si se va por el medio.
Nos enorgullecemos y emocionamos al leer las historias heroicas de nuestros próceres nacionales o mundiales y ninguno de ellos fue por el cómodo camino del medio. No lo hizo Churchill para combatir a los Nazis, no lo hicieron los "Padres Fundadores" para establecer la Constitución liberal en Estados Unidos y combatir la monarquía y la esclavitud, no lo hizo Artigas, no lo hizo Garibaldi, no lo hizo Galileo. 

Sin embargo a nuestros hijos se les enseña como virtuoso ir por el medio, en vez de enseñarles a fomar su mente y a forjar su propio destino. ¿Será por esta causa que el 63% de los jóvenes quieran ser empleados públicos y sólo un 7% empresarios? ¿Será por buscar el empate que se presentaron 180.000 jóvenes como aspirantes a Ujier en el Parlamento y se recibieron menos de 60 proyectos al Concurso para Emprendedores Universitarios del Banco Santander?


Entonces sé frío (no un muerto vivo) o sé caliente (no un calentón). Puesto que si no logras tener una postura clara en la vida y ante la vida, todos vomitarán en tu boca.


Guillermo Sicardi
"Pero porque eres tibio y no frío o caliente, voy a vomitarte de mi boca". Nuevo Testamento: Apocalipsis: 3:16

Generalmente no me gusta seguir el camino del medio. Tampoco me gustan las personas que gustan a todo el mundo. Esos que no tienen ningún enemigo estoy seguro que tampoco tienen un buen amigo. Es que resulta difícil entablar relaciones firmes y duraderas con quien no tiene sus principios firmes y duraderos. Son queridos porque no agreden a nadie. Y a su vez no son queridos porque no defienden ni se apasionan con ninguna causa. Son anodinos.Ni frío, ni calor.

Esta postura va en contra de la cultura yorugua; la del perfil bajo, la del "no te metás", la del más o menos, la del cambio gradual. Y cuando uno va contra la corriente, se distancia de amigos, vecinos o familiares. Uno va quedando aislado. Lo que es un gran estímulo a renunciar a las convicciones y seguir a la manada.

Salvo el sexo, casi nada se logra con excelencia si se va por el medio.
Nos enorgullecemos y emocionamos al leer las historias heroicas de nuestros próceres nacionales o mundiales y ninguno de ellos fue por el cómodo camino del medio. No lo hizo Churchill para combatir a los Nazis, no lo hicieron los "Padres Fundadores" para establecer la Constitución liberal en Estados Unidos y combatir la monarquía y la esclavitud, no lo hizo Artigas, no lo hizo Garibaldi, no lo hizo Galileo. 

Sin embargo a nuestros hijos se les enseña como virtuoso ir por el medio, en vez de enseñarles a fomar su mente y a forjar su propio destino. ¿Será por esta causa que el 63% de los jóvenes quieran ser empleados públicos y sólo un 7% empresarios? ¿Será por buscar el empate que se presentaron 180.000 jóvenes como aspirantes a Ujier en el Parlamento y se recibieron menos de 60 proyectos al Concurso para Emprendedores Universitarios del Banco Santander?

Entonces sé frío (no un muerto vivo) o sé caliente (no un calentón). Puesto que si no logras tener una postura clara en la vida y ante la vida, todos vomitarán en tu boca.

Guillermo Sicardi





domingo, 28 de agosto de 2011

'You've got to find what you love,' Jobs says

This is the text of the Commencement address delivered by Steve Jobs, CEO of Apple Computer and of Pixar Animation Studios, on June 12, 2005.
I am honored to be with you today at your commencement from one of the finest universities in the world. I never graduated from college. Truth be told, this is the closest I've ever gotten to a college graduation. Today I want to tell you three stories from my life. That's it. No big deal. Just three stories.
The first story is about connecting the dots.
I dropped out of Reed College after the first 6 months, but then stayed around as a drop-in for another 18 months or so before I really quit. So why did I drop out?
It started before I was born. My biological mother was a young, unwed college graduate student, and she decided to put me up for adoption. She felt very strongly that I should be adopted by college graduates, so everything was all set for me to be adopted at birth by a lawyer and his wife. Except that when I popped out they decided at the last minute that they really wanted a girl. So my parents, who were on a waiting list, got a call in the middle of the night asking: "We have an unexpected baby boy; do you want him?" They said: "Of course." My biological mother later found out that my mother had never graduated from college and that my father had never graduated from high school. She refused to sign the final adoption papers. She only relented a few months later when my parents promised that I would someday go to college.
And 17 years later I did go to college. But I naively chose a college that was almost as expensive as Stanford, and all of my working-class parents' savings were being spent on my college tuition. After six months, I couldn't see the value in it. I had no idea what I wanted to do with my life and no idea how college was going to help me figure it out. And here I was spending all of the money my parents had saved their entire life. So I decided to drop out and trust that it would all work out OK. It was pretty scary at the time, but looking back it was one of the best decisions I ever made. The minute I dropped out I could stop taking the required classes that didn't interest me, and begin dropping in on the ones that looked interesting.
It wasn't all romantic. I didn't have a dorm room, so I slept on the floor in friends' rooms, I returned coke bottles for the 5¢ deposits to buy food with, and I would walk the 7 miles across town every Sunday night to get one good meal a week at the Hare Krishna temple. I loved it. And much of what I stumbled into by following my curiosity and intuition turned out to be priceless later on. Let me give you one example:
Reed College at that time offered perhaps the best calligraphy instruction in the country. Throughout the campus every poster, every label on every drawer, was beautifully hand calligraphed. Because I had dropped out and didn't have to take the normal classes, I decided to take a calligraphy class to learn how to do this. I learned about serif and san serif typefaces, about varying the amount of space between different letter combinations, about what makes great typography great. It was beautiful, historical, artistically subtle in a way that science can't capture, and I found it fascinating.
None of this had even a hope of any practical application in my life. But ten years later, when we were designing the first Macintosh computer, it all came back to me. And we designed it all into the Mac. It was the first computer with beautiful typography. If I had never dropped in on that single course in college, the Mac would have never had multiple typefaces or proportionally spaced fonts. And since Windows just copied the Mac, it's likely that no personal computer would have them. If I had never dropped out, I would have never dropped in on this calligraphy class, and personal computers might not have the wonderful typography that they do. Of course it was impossible to connect the dots looking forward when I was in college. But it was very, very clear looking backwards ten years later.
Again, you can't connect the dots looking forward; you can only connect them looking backwards. So you have to trust that the dots will somehow connect in your future. You have to trust in something — your gut, destiny, life, karma, whatever. This approach has never let me down, and it has made all the difference in my life.
My second story is about love and loss.
I was lucky — I found what I loved to do early in life. Woz and I started Apple in my parents garage when I was 20. We worked hard, and in 10 years Apple had grown from just the two of us in a garage into a $2 billion company with over 4000 employees. We had just released our finest creation — the Macintosh — a year earlier, and I had just turned 30. And then I got fired. How can you get fired from a company you started? Well, as Apple grew we hired someone who I thought was very talented to run the company with me, and for the first year or so things went well. But then our visions of the future began to diverge and eventually we had a falling out. When we did, our Board of Directors sided with him. So at 30 I was out. And very publicly out. What had been the focus of my entire adult life was gone, and it was devastating.
I really didn't know what to do for a few months. I felt that I had let the previous generation of entrepreneurs down - that I had dropped the baton as it was being passed to me. I met with David Packard and Bob Noyce and tried to apologize for screwing up so badly. I was a very public failure, and I even thought about running away from the valley. But something slowly began to dawn on me — I still loved what I did. The turn of events at Apple had not changed that one bit. I had been rejected, but I was still in love. And so I decided to start over.
I didn't see it then, but it turned out that getting fired from Apple was the best thing that could have ever happened to me. The heaviness of being successful was replaced by the lightness of being a beginner again, less sure about everything. It freed me to enter one of the most creative periods of my life.
During the next five years, I started a company named NeXT, another company named Pixar, and fell in love with an amazing woman who would become my wife. Pixar went on to create the worlds first computer animated feature film,Toy Story, and is now the most successful animation studio in the world. In a remarkable turn of events, Apple bought NeXT, I returned to Apple, and the technology we developed at NeXT is at the heart of Apple's current renaissance. And Laurene and I have a wonderful family together.
I'm pretty sure none of this would have happened if I hadn't been fired from Apple. It was awful tasting medicine, but I guess the patient needed it. Sometimes life hits you in the head with a brick. Don't lose faith. I'm convinced that the only thing that kept me going was that I loved what I did. You've got to find what you love. And that is as true for your work as it is for your lovers. Your work is going to fill a large part of your life, and the only way to be truly satisfied is to do what you believe is great work. And the only way to do great work is to love what you do. If you haven't found it yet, keep looking. Don't settle. As with all matters of the heart, you'll know when you find it. And, like any great relationship, it just gets better and better as the years roll on. So keep looking until you find it. Don't settle.
My third story is about death.
When I was 17, I read a quote that went something like: "If you live each day as if it was your last, someday you'll most certainly be right." It made an impression on me, and since then, for the past 33 years, I have looked in the mirror every morning and asked myself: "If today were the last day of my life, would I want to do what I am about to do today?" And whenever the answer has been "No" for too many days in a row, I know I need to change something.
Remembering that I'll be dead soon is the most important tool I've ever encountered to help me make the big choices in life. Because almost everything — all external expectations, all pride, all fear of embarrassment or failure - these things just fall away in the face of death, leaving only what is truly important. Remembering that you are going to die is the best way I know to avoid the trap of thinking you have something to lose. You are already naked. There is no reason not to follow your heart.
About a year ago I was diagnosed with cancer. I had a scan at 7:30 in the morning, and it clearly showed a tumor on my pancreas. I didn't even know what a pancreas was. The doctors told me this was almost certainly a type of cancer that is incurable, and that I should expect to live no longer than three to six months. My doctor advised me to go home and get my affairs in order, which is doctor's code for prepare to die. It means to try to tell your kids everything you thought you'd have the next 10 years to tell them in just a few months. It means to make sure everything is buttoned up so that it will be as easy as possible for your family. It means to say your goodbyes.
I lived with that diagnosis all day. Later that evening I had a biopsy, where they stuck an endoscope down my throat, through my stomach and into my intestines, put a needle into my pancreas and got a few cells from the tumor. I was sedated, but my wife, who was there, told me that when they viewed the cells under a microscope the doctors started crying because it turned out to be a very rare form of pancreatic cancer that is curable with surgery. I had the surgery and I'm fine now.
This was the closest I've been to facing death, and I hope it's the closest I get for a few more decades. Having lived through it, I can now say this to you with a bit more certainty than when death was a useful but purely intellectual concept:
No one wants to die. Even people who want to go to heaven don't want to die to get there. And yet death is the destination we all share. No one has ever escaped it. And that is as it should be, because Death is very likely the single best invention of Life. It is Life's change agent. It clears out the old to make way for the new. Right now the new is you, but someday not too long from now, you will gradually become the old and be cleared away. Sorry to be so dramatic, but it is quite true.
Your time is limited, so don't waste it living someone else's life. Don't be trapped by dogma — which is living with the results of other people's thinking. Don't let the noise of others' opinions drown out your own inner voice. And most important, have the courage to follow your heart and intuition. They somehow already know what you truly want to become. Everything else is secondary.
When I was young, there was an amazing publication called The Whole Earth Catalog, which was one of the bibles of my generation. It was created by a fellow named Stewart Brand not far from here in Menlo Park, and he brought it to life with his poetic touch. This was in the late 1960's, before personal computers and desktop publishing, so it was all made with typewriters, scissors, and polaroid cameras. It was sort of like Google in paperback form, 35 years before Google came along: it was idealistic, and overflowing with neat tools and great notions.
Stewart and his team put out several issues of The Whole Earth Catalog, and then when it had run its course, they put out a final issue. It was the mid-1970s, and I was your age. On the back cover of their final issue was a photograph of an early morning country road, the kind you might find yourself hitchhiking on if you were so adventurous. Beneath it were the words: "Stay Hungry. Stay Foolish." It was their farewell message as they signed off. Stay Hungry. Stay Foolish. And I have always wished that for myself. And now, as you graduate to begin anew, I wish that for you.
Stay Hungry. Stay Foolish.
Thank you all very much.

martes, 23 de agosto de 2011

La muerte de un Workaholic


Roberto hacía más de 20 años que trabajaba en la misma empresa vinculada al comercio exterior. Conocía todos los procedimientos y clientes como ningún otro. Pero Roberto lo hacía todo en forma manual. Nunca tenía tiempo para pensar, para mejorar un proceso ni para compartir información. Por eso trabajaba 14 horas por día y también sábados y domingos.

Muchos años atrás, Roberto había cometido – a su criterio – una mala decisión laboral, renunciando a un empleo seguro y bien pago, lo que luego le acarreó algunos problemas económicos. Como “castigo” a esa decisión, se prometió a sí mismo “trabajar hasta el último día de su vida”, tomando el trabajo como un castigo y no como una bendición. Así, se convirtió en un Workaholic. Y así, su promesa fue cumplida.

Al igual que todos los adictos al trabajo, Roberto no había desarrollado una vida fuera del ámbito laboral. No había hobbies, deportes, intereses culturales o simples distenciones con amigos. Cada nuevo día era un calco del día anterior.

Se cuenta la historia de una persona que solía llevar un diario de su vida. Todas las noches al regresar a su casa, escribía lo que había sucedido durante el día, sus emociones y sus proyectos. Una noche, cuando se disponía a anotar lo sucedido, vio con asombro que las páginas ya estaban escritas. Y para su sorpresa, el día de mañana, el de pasado mañana y todos los siguientes ya estaban escritos también. Pudo saber con anticipación cuándo lo ascenderían en su trabajo, se emocionó al saber que su equipo favorito ganaría el campeonato nacional y que sería abuelo de un hermoso niño dentro de seis años.  Siguió leyendo con avidez hasta que se encontró con una página en blanco. Cerró el diario y allí, en ese preciso momento, murió súbitamente. No estaba enfermo ni sufrió un infarto. Es  que al saber lo que iba a suceder con cada día de su vida, ésta había perdido sentido de ser vivida.

Cuando Roberto debió pensar en jubilarse, su vida también perdió sentido. Se dio cuenta que su diario ya estaba escrito. Y llegó hasta la última página en blanco mucho antes de lo que todos suponíamos. Menos él.

Para que nuestro diario no sea una sucesión de hojas fotocopiadas por la rutina, innovemos, desafiemos nuestros propios paradigmas y veamos en el trabajo una forma de realización y no un mero medio para ganar nuestro sustento. Y jamás veamos el trabajo como un  yugo o un castigo. 

Para que gente de bien como Roberto no auto limite su potencial y pueda liberarlo dentro del ámbito laboral, es que hacemos Resultoría y no sólo consultoría. Lamento no haber sido más convincente para que Roberto también lo hubiera visto así.


Guillermo Sicardi, MBA
www.resultoria.com



jueves, 12 de mayo de 2011

La diferencia está en el Servicio

El viernes 15 de abril, anterior a Turismo, era un día gris que amaneció amenazante de lluvia. Dejé a los chicos en el liceo a las 8 am y me iba tranquilo hacia la Ciudad Vieja a una reunión maracada para las 9:30.

Mi auto estaba muy sucio, (producto de vivir en la Ciudad de la Costa que conserva pozos y tierra por doquier), y al pasar por el lavadero que está en Av. Italia frente al local de Hush Puppies, decidí parar a lavarlo. Y aquí comienza una serie de gratas sorpresas.

Para comenzar, vinieron a mí, no yo hacia ellos, a saludarme y preguntarme qué tipo de lavado quería hacer.
Como buen vendedor, comenzó a ofrecerme el más completo (también el más caro, $260). Antes de dar el precio enumeró todos los beneficios que incluía: lavado, jabón, cera, etc.

Le pregunté si no tenía otro más "sencillo" (para no utilizar el término "barato" y así disimular que uno es medio amarrete). Mi dijo que tenía el lavado "Completo" (no dijo "común", ni "sencillo", sino completo) por "sólo" $ 190.
El saber que no iba a pasar la barrera psicológica de los 200 "pei" me dio un gran alivio. Le dije que ese lavado estaba bien para mi.

No había terminado de disfrutar mi ahorro, cuando me dijo: "Mire que por "sólo" 20 pesos más le damos una capa de cera en spray". Ya veía que mis hermosos 20 pesos se esfumaban. Recordé que Rico Mc. Pato comenzó su inmensa fortuna con su "dólar de la suerte" y estos 20 pesos ¡¡ eran más que ese dólar !!!. Me aprestaba a defender el incio de mi gran fortuna al ahorrar mi dólar y utilicé un argumento que creía irrefutable: "No es necesario pasarle cera, en cualquier momento empieza a llover". Já, te embromé. Los 20 pesos se quedan conmigo.

Pero el tenaz encargado me contra-argumentó. Parecía entrenado por las FARC o el MLN en "contra inteligencia" y allí mismo me dijo: "Disculpe, pero es todo lo contrario. Al tener cera, el agua resbala mejor y el auto no se ensucia. Además, le pasa un trapito y se desliza con mucha más facilidad". Quedé mudo. El argumento era irrefutable. No tuve más remedio que ceder y despedirme de mis 20 pesos. El inicio de mi fortuna quedaría para otro día ya que ese viernes no iba a poder conservar mi dólar de la suerte.

Además me dijo: "A las 9.00 queda pronto, ya que tengo dos coches antes que el suyo. Si no fuera así, en 20 minutos lo terminamos". Lo amenacé un poco diciéndole "Mire que a las 9:30 tengo una reunión importante y no puedo llegar tarde", esperando que me dejara libre y así recuperar mis 210 pesos y le cargaba esta tarea a mis hijos para hacerla el fin de semana. Pero me dijo que a las 9.00 estaría pronto, con tanta seguridad, que me dió vergüenza refutarlo.

Comenzó el lavado. Nunca ví tanto jabón sobre un vehículo en mi vida. Taparon literalmente el auto con una abundante espuma, demostrando que no ahorraban un centavo. Luego lo lavaron por dentro y por fuera, con abundante agua y energía.

Ví cómo se esmeraban en los detalles. Y más lo hacían cuando el dueño del coche se acercaba: le pasaban aire comprimido al espejo retrovisor para sacarle las "gotitas", pasaba un trapito para sacar un manchita insignificante del parabrisa o sacudía las alfombras antes de colocarlas. Todo un show digno del Cirque du Soleil, y es así como debe hacerse: hay que ser y parecer.

Le pregunté si él era el dueño. Me dice que no, que es empleado. Que se ganó el puesto de encargado por "su actitud" y por sus "condiciones naturales para atender clientes". Le pregunté si cobraba una comisión por cada venta, ya que la había hecho con tanto esmero, pero me respondió "Si la empresa está mejor, todos estamos mejor".

Cuando entré a pagar me encontré con Rita, la dueña del local. Le pregunté cómo hacía para tener un personal tan dispuesto y tan atento. Me contó que todos los meses se reúnen a "comer unas pizzas y hablar del negocio"también a jugar a la "Play Station" y divertirnos un rato. Que para el primero de Mayo habían invitado a los empleados con sus parejas y familia a pasar el día en el Parque Lecoq a comer un asado.

Cuando me estaba yendo, Oscar se despide con gran elocuencia y me recuerda - ya con el auto en movimiento- "Estamos todos los días, de lunes a domingo, de 8 a 20 hs. Lo esperamos y que tenga un buen día"

Esto es un verdadero vendedor. Un verdadero servidor que agrega valor al cliente y a la empresa.

Lamentablemente hay pocos Oscar en el mercado. Y pocas Ritas. Conozco de empresarios de fuste, con mucho más dinero que los dueños de este lavadero que son unos verdaderos miserables, que no compran dos sandwiches y un refresco para compartir con sus funcionarios y menos para intercambiar ideas sobre el trabajo.

Mis felicitaciones a esta empresa y a su personal. Les deseo el mayor de los éxitos y los recomiendo efusivamente.

Son un ejemplo de lo que hay que hacer: diferenciarse por el servicio. 
Y para prestar un servicio extraordinario se necesitan personas extraordinarias
Este lavadero, en Av. Italia frente a Hush Puppies, ¡vaya que sí los tiene!

Guillermo Sicardi, MBA