lunes, 2 de noviembre de 2009

Día de los Difuntos vs. Día de los Vivientes


Otra paradoja: hoy se celebra el Día de los Difuntos y seguimos sin celebrar el Día del Emprendedor, el ser más viviente entre los vivos.

Es el emprendedor el verdadero factotum de una sociedad. Y la mueve no con sus músculos sino con su mente. El funcionamiento de nuestros pulmones, músculos o corazón es automático, no así el de nuestra mente, que es nuestra herramienta básica para sobrevivir. Al hombre le es dada la vida, no la supervivencia. Le es dado su cuerpo, no así su sustento. Le es dada la mente, no así su contenido.

Para mantenerse con vida el ser humano debe actuar y para hacerlo debe conocer la naturaleza y el propósito de sus acciones, optando ante alternativas en forma libre y volitiva. Cuánta más libertad y más opciones, más vida tendrá.

Y el principal fin del hombre es buscar su propia felicidad. El ser humano es un fin en sí mismo y no un medio al servicio de un Estado, de un partido o de un sindicato.

Celebrar la vida es celebrar nuestra contribucion a ella, asumiendo la responsabilidad de nuestros actos y aceptando que ningún sustituto puede pensar por uno, como ningún suplente puede vivir nuestras propias experiencias.

Si para ésto nos fue dada la vida, no podemos permitir la subordinación de nuestra mente a la mente de otros, puesto que esa seria la forma más vil de autodestrucción y autodegradación humana.

Son éstos, los verdaderos difuntos, los que han renunciado al uso de su mente al no innovar, al no mejorar, al no arriesgar. Son los que renuncian a la responsabilidad de pensar y actuar por sí mismos y entregan sus destinos a manos de líderes mesiánicos, a la suerte o a fuerzas celestiales en vez de conducirse por sus propias convicciones.

A estos difuntos en vida nadie los reconoce y nadie los recordará, pues poco han hecho por sus vidas y menos por las de los demás.

A los difuntos-muertos que hoy recordamos, es porque vivieron una buena vida y por eso están presentes en ésta. Como realmente vivieron a pleno, jamás murieron y jamás morirán.

Por eso "vive la vida de tal manera que a la hora de tu muerte sean otros los que lloren y tú el que sonría"

Gracias a dios el Lunes !!!

Guillermo Sicardi



PD: parte del texto de esta nota fue extraido del libro La Reberlión de Atlas de Ayn Rand.

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