Bajo este principio elemental, en la empresa Twitter "tienen vino y cerveza en el refrigerador" y permiten que sus empleados se tomen una birra en horas de trabajo, dijo la portavoz de Twitter Jodi Olson (ver El Observador 20/03/2001).
¿Sería posible hacer lo mismo en Uruguay o Argentina? ¿Se imagina las heladeras de la Intendencia de Montevideo llenas de vino, o las de una empresa privada con Whisky y cerveza?. La respuesta es que sería imposible hacerlo aquí, no por culpa de las personas, sino por culpa de los "sistemas" o reglas de juego.
Si en Twitter, Google o cualquier otra empresa americana, un funcionario se excede con la bebida y eso afecta su desempeño, el trabajo de otros o los resultados, rápidamente toman medidas correrctivas, incluso el despido. Y nadie tomaría la causa del trabajador excedido como un acto de justicia ni consideraría a Twitter como una empresa "represora".
En cambio en nuestras latitudes la cosa es bien diferente. A las personas que no rinden que no cumplen las pautas, no las corrigen, sino que las toleran. Pasan muchos días -o meses- hasta que se hace algo con ese trabajador. No se toman medidas "uno a uno" sino genéricas. Si uno o dos llegan sistemáticamente tarde, en vez de retarlos, se dicta una norma que obliga a todos, a marcar tarjeta.
Esto es así porque en nuestra cultura rige el principio de la "igualación" y en otras tierras rige el de la "diferenciación" (por talentos y virtudes". Entonces, tratamos a los empleados como niños y ellos actúan como niños: tratan de rebelarse a la autoridad, ver como poder "copiar" en el escrito o fumar en el baño sin ser vistos.
La cultura de la igualación es mediocrizante y desmotiva a los más aptos, los más movitados y los más emprendedores. Tratemos a nuestros empleados como adultos, démosle responsabiliades, objetivos claros, recursos para hacer e indicadores para evaluar su desempeño. Verá como la cosa cambia.
Y hoy lunes es buen día para comenzar.
¡Gracias a dios es Lunes!
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