viernes, 23 de octubre de 2009

Un día crucial


La del próximo domingo no es una elección cualquiera. No se está eligiendo solamente a un candidato que pueda mejorar la gestión de los recursos públicos. Se está optando por una filosofía de vida, más que por una ideología y aún más que por una opción política.

¿Y cuál es ésta filosofía de vida? ¿Cuáles los valores y principios que trasmiten unos y otros?


Por un lado Mujica. "El Pepe". Sus rasgos más destacados: la ordinariez, la bohemia, la incoherencia, la intolerancia, la mediocridad.

Quiere una sociedad donde no haya destaque, donde las personas reciban limosnas en vez de ser artífices de sus propios destinos, donde lo colectivo prime por sobre el individuo, donde la emoción vence a la razón, donde el poder individual se diluye frente a las masas informes.

Este es el terreno fértil para los totalitarios, los demagogos, los tiranos y los mesías. Sólo una sociedad que se quiere poco a sí misma, que se acobarda ante los desafíos y prefiere la mediocridad a la calidad, puede votar a alguien con tales dotes.

Del otro lado, otro camino.

El de que cada uno vale por lo que es y debe ser juzgado en consecuencia. Que no se puede castigar al hombre por sus virtudes y premiarlo por sus vicios. Una filosofía de vida que parte el supuesto que cada uno es el mejor conductor de su propia vida y que jamás ningún mesías, ningún dirigente sindical y ningún gobernante van a poder tomar las decisiones por uno.

Es la sociedad donde se intercambia valor por valor y no valor por necesidad.
Dónde se reconocen los talentos y se estimulan las virtudes. Es el lugar donde todos son iguales nada más que ante la Ley, la cual se aplica bajo normas de transparencia que defienden el Estado de Derecho, esa estructura formal, despreciada por muchos y añorada cuando carecen de ella.

Es la filosofía de la Libertad como expresión máxima del accionar humano. Dónde el éxito es un deber moral y la búsqueda de la propia felicidad una quimera a conseguir. Se entiende lo bueno de ser egoísta puesto que es la mejor manera de ayudar a los demás: no necesitando de los demás y atendiendo mis propias necesidades. ¿Cómo puede ser malo ocuparme de mis asuntos y sea bueno que otros dejen que otros se ocupen de los de ellos? ¿Cómo puede ser malo generar riqueza y puede ser bueno vivir de lo que le quito a otros por carecer yo de talentos y virtudes? ¿Cómo puede ser malo vivir de mi trabajo y ser bueno hacerlo del trabajo de los demás?

La sociedad donde quiero vivir es la que tiene un sistema justo de premios y castigos, ya que sin un sistema justo sólo los buenos pueden perder y sólo los malos pueden beneficiarse.

Y esas sociedades las encuentro hoy, con más virtudes que defectos, en Nueva Zelandia, en Canadá, en Irlanda, España o Estados Unidos ... países a los cuales emigran los uruguayos a pesar que despotrican contra ellos, pero se cobijan bajo sus alas.

El Domingo se votará por convertir a Uruguay en un país del primer mundo, con valores de primer mundo o en uno de cuarta. Detrás de cada papeleta hay una filosofía. Y detrás de cada filosofía, las bases para el desarrollo o para el hundimiento del ser humano.

Usted decide.

Dr. Guillermo Sicardi, MBA

1 comentario:

Verónica Mora dijo...

Desgraciadamente los uruguayos eligen ese tipo de pais que destacas en primera instancia, sacarle a los que trabajan a los que mas tienen, que quizas sea porque tambien mas han hecho para tenerlo, desgraciadamente nuestro pais no va a salir nunca adelante mientras se siga pensando con rencor y no se cierren etapas, y lo mas triste es que en muchos casos son los mas jovenes los que tienen este modelo de pais en sus cabezas, hablan como si fueran los dueños de la verdad, son intolerantes, yo digo que nos espera si gana el "pepe" ???