lunes, 21 de febrero de 2011

Empresario en las buenas y en las malas ...

"En los últimos años el agro uruguayo mostró un crecimiento fuera de lo normal y resultó ser un negocio de alta rentabilidad ... (que) promete incluso superar los excepcionales rendimientos que el sector exhibió en 2008. Al cierre de operaciones del viernes, la soja cotizó a US$ 516 por tonelada, el maíz cerró a US$ 286 y el trigo a US$ 312." El Observador 21/02/2011

En el año 2006 yo personalmente compraba el trigo para un molino harinero entre  U$S 80 y U$S 100 la tonelada. Hoy cuesta 4 veces más caro.

Me parece muy bien que los productores rurales se hagan millonarios. Aún cuando no hayan hecho nada para lograrlo. No deberían estar orgullosos, pero sí contentos.  Es mejor tener un vecino millonario que uno sumido en la miseria.

Me parece muy mal que cuando les va mal (por sus propias errores o por factores externos) vayan a lloriquear al Estado para que los amparen y les den beneficios de todo tipo.

El agro es un negocio riesgoso que depende mucho de factores climáticos. Pero la mayoría de los productores jamás hizo nada para disminuir la incidencia de tales contingencias: nunca invirtieron en riego artificial, nunca invirtieron en tecnología, nunca invirtieron en investigación y desarrollo. Sí invirtieron en las campañas políticas de candidatos de todos los partidos y en hacer lobby.

Los intervencionistas de siempre (la gente de izquierda y varios batllistas de la vieja guardia) les encanta meterse donde no deben: les gusta aparecer como “salvadores” en medio de una sequía y de “justicieros” para "distribuir la riqueza" proponiendo impuestos a las “ganancias elevadas”.

Los empresarios no deberían permitir que el Estado se meta en ninguna de las dos circunstancias, ni en las buenas, ni en las malas. 

Pero como sí dejan que el Estado se meta dentro de sus empresas en las malas (dándoles raciones, refinanciando sus deudas, otorgándoles préstamos “blandos”) ahora no se quejen si aparecen voces reclamando poner impuestos “a las ganancias elevadas”. Si de mantener equilibarada la balanza de la Justicia se trata, entonces deberían ponerle tales impuestos.

El problema es que muchos de nuestros empresarios NO CREEN EN EL CAPITALISMO. No creen en el libre juego de la oferta y la demanda. Y al no hacerlo, no creen en sí mismos y en sus propias capacidades de superar obstáculos. 

Y si ellos no creen en sí mismos, ¿cómo pretenden que otros creamos en ellos? Por eso sólo el 7% de la población quiere que sus hijos sean "empresarios" y la imagen pública de los empresarios tiene un lamentable saldo negativo.

Es muy importante realzar el rol del empresario en la sociedad, ya que “sin empresarios no hay empresas y sin empresas no hay oportunidades”. El problema es que comunican muy  mal su rol y sus valores.

Entonces, ¿cómo rompemos este nudo Gordiano?



Dr. Guillermo Sicardi, MBA
www.resultoria.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nuestros empresarios sí creen en el capitalismo: en el "crony capitalism"... Jejejeee

Anónimo dijo...

http://jeanpaulmassonnier.weebly.com